El año del Vampiro

Se fue el 2020, un año que será recordado por una pandemia que ha venido a cambiar el orden mundial.

Nada va a ser igual después de este pequeño virus que desde el prisma ecologista, parece ser la respuesta a nuestra explotación de la Tierra.

En lo económico, el virus impone una nueva jerarquía de las farmaceuticas, plataformas online y modernas tecnologías.

Mientras, el capitalismo de vigilancia nos convierte en productos que vender a las grandes corporaciones, en un sistema de falsa democracia quebrada por un índice económico polarizado entre una arruinada clase media y unos absolutistas multimillonarios.

El Mundo vive en estado de alerta regido por una China ultracapitalista con las formas del viejo comunismo maoísta. Entre tanto, los americanos de hunden en espectáculos mediáticos llamando a Batman a salvar el asalto al Capitolio.

¡La rocambolesca ironía desde una mente narrativa es pensar que todo empezó por la mordida de un vampiro!

Un supuesto murciélago en la sopa… Tal vez un cuento chino o el maravilloso pretexto del inicio de una ficción para todos aquellos que amamos el arquetipo clásico del vampiro.

Nosferatu, sembró las pantallas cinematográficas de bellas imágenes en blanco y negro, con un vampiro rapaz y tiernamente monstruoso. Un ser que desembarcaba portando su propio ataúd por las calles, seguido de una legión de ratas que simbolizaban la peste negra que asoló Europa durante la Baja Edad Media. Rodada en la Alemania de entreguerras, Murnau traía al inconsciente colectivo las muertes de la Gran Guerra. El vampiro llevaba consigo la epidemia, pero era vencido por su profundo romanticismo. Presa del amor por Mina Harker, el alba le cogía fuera de su ataúd y le convertía en polvo.

Nosferatu de Murnau con Max Recht

Lo mismo sucede con el galán Drácula de Coppola que cuenta con una preciosa ambientación, recordando la estética Simbolista contemporánea al momento en el que Bram Stoker creó su novela fundacional.

También nos queda el gran Bela Lugosi. El misterioso húngaro de hipnótica mirada que se aprendió el papel de memoria porque no comprendía el inglés. Su figura encarnó mejor que nadie al vampiro galante, centroeuropeo y distinguido, antes de que Cristopher Lee pusiera el morbo y la sangre sobre bellas víctimas de amplios escotes, ya en los tiempos de la apertura sexual.

Portada de revista de los años 1930.

Parte de esto pudo verse en la excelente exposición Vampiros, la evolución del mito que viajó por Barcelona y Madrid, coorganizada por la Caixa y la Cinémathèque française. Una oportunidad para reencontrarse con el romanticismo y la magia del vampiro verdadero, ese que nos habla de escuchar a las criaturas de la noche, aquellos que como el Lestat de Entrevista al vampiro, nos incitan a vivir la vida al máximo, sumergidos en el hedonismo más sublime y decadente.

Catálago de la exposición que pudo verse en 2020.

Los placeres de la carne, el misterio de la noche, rompiendo las cadenas de la razón, más allá del umbral establecido. Vampiros clásicos, posmodernos y siempre arrebatadores, como los de Jarmush (Only lovers left alive) o los de T. Scott (El ansia) con Bowie y Deneuve como seductores.

Hoy, en estos tiempos de zombies aburridos, de sucios devoradores y succionadores compulsivos, entre miedos, templanzas y prohibiciones, llamo más que nunca al espíritu del vampiro verdadero porque sólo él puede recordarnos que lo importante es vivir la vida intensamente.

Tenemos miedo a la muerte pero el vampiro conoce condena de la vida eterna. Estamos aquí de paso y qué mejor que morir de amor, habiendo transitado los días y las noches entre el placer y el riesgo.

Tom Cruise en Entrevista con el vampiro según arquetipo Byron

Este es el espíritu de lod Byron, el poeta que forjó el arquetipo del vampiro desde la composición primigenia de su amigo y médico John William Polidori, en aquella noche en la vila Diorati de donde surgió el Frankenstein de Mary Shelley.

No sé qué nos depara el futuro pero no quiero ser vampirizado por las formas de los chinos, con sus colas y privación de libertades. Tampoco me gusta esta Europa escindida con brexits y absurdas batallitas que empobrecen su cultura.

Vengo de un tiempo con gentes que lucharon por las libertades. Costó mucho llegar al estado de bienestar y sembrar las bases democráticas…

Me acuerdo de mentores como Miquel Porter, Bernat Muniesa o guías en la vida como los maestros Kubrick y Paul Auster, rebeldes desafiando lo establecido como los primeros Stones o Joy Division…

No podemos fallarles y dejar que el walk on the wild side se pierda. Rebelión, inquietud y hedonismo transgresor.

Christopher Lee ante una víctima

La marca del vampiro.
Prefiero ser mordido por la vampira Camila de Sheridan LeFanu que caer en la mortecina desidia establecida.

El año se fue. El virus sigue y mientras paliamos su epidemia, clamo por ser vampiros antes que zombies.

Vampiros clásicos, divertidos, sexuales y fascinadores.

Close your eyes and listen to them…

Creatures of the night, What music they make…

Alexis Racionero Ragué

PD Recomiendo la lectura del libro Vampiros, un estupendo compendio de las mejores narraciones clásicas editado por Siruela. Ver los Drácula de la Hammer, el clásico de Tod Browning y el de Coppola, así como el romántico Nosferatu. En música, nada como banda sonora de Wojciech Kilar.

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