Dylan, el héroe y bardo contracultural

Dylan premio Nobel. No lo necesita, cierto pero se cierra un bonito ciclo que tiene que ver con la Contracultura Norteamericana que iniciaron los Beats con los que Dylan se codeó por el Greenwich Village.

Si entonces, éstos, en especial Ginsberg o los más desconocidos Gregory Corso o Gary Snyder, reivindicaron y devolvieron a la poesía al lugar que merecía, hoy Dylan hace lo propio con las letras musicales.

Dylan beat

Lennon y tantos otros estarían contentos porque han sido muchos quienes han contribuido al desarrollo de nuestras vidas con letras de canciones que llevamos grabadas como mantras.

En mi caso puedo hablar del Nowhere Men o Strawberry Fields de los Beatles, de Play with Fire de los Stones, del Wish you Were Here de Pynk Floyd y una lista inacabable de Dylan : Visions of Johanna, Desolation Row, Like a Rolling Stone, Chimes of Freedom, Lay Lady Lay o la que más escucho estos días Simple Twist of Fate.

Dylan ha dado llama a nuestras vidas, para mí es el refugio que siempre está ahí cuando las cosas van bien o van mal, alguien que ocupa mi espacio más íntimo y personal, mi refugio, quien me acompaña cuando estudio, escribo o contemplo un paisaje.

De él me gusta hasta esa voz rota y nasal. Incluso sin comprender sus letras, te cala, te penetra, como decía Sabina en su escrito para El País

“ No entendí nada de lo que decía, pero tuve claro que me estaba hablando a mí. Su manera personal de jugar con la fonética, de escupir las palabras, de frasearlas, consiguió que aquel poeta que yo entonces quería ser decidiese convertirse en músico.”

Dylan

La persona que está detrás de Dylan, ese Bob Zinnerman es un tipo con varias caras pero que ha tenido claras sus raíces contraculturales, siendo déspota, arisco, indomable e imprevisible para la prensa como el genio Lennon o el gran Lenny Bruce, hoy bastante olvidado.

Es cierto que a principios de los ochenta nos tuvo perdidos con su mesianismo católico pero no le duró mucho. También sería justo reconocer que cuando pudo ser icono hippie, algo en lo que se convirtió casi sin quererlo, se salió de la masa, avanzando una vez más contracorriente.

En unos días, el 19 de noviembre voy a dar una conferencia sobre El cicle de l’heroi,el camí del despertar en la Akademia de Sabadell y voy a utilizar a Dylan como imagen o arquetipo del héroe de las mil caras de Joseph Campbell, porque él como todos los héroes ha transitado en solitario, abriendo camino, adentrándose en lo desconocido para alcanzar algo que los demás desconocían algo que defendió a contracorriente y que al final difundió entre los suyos para hacer avanzar a su sociedad. Eso es lo que hacen los héroes, los genios, los artistas y los científicos con sus descubrimientos.

Dylan glasser

Dylan nos ha enseñado que las canciones pueden ir más allá del cándido I want to hold your hand, del chico conoce chica, que los bardos medievales pueden ser plenamente contemporáneos y que nuestra alma se conmueve cuando escucha una bella melodía, acompañada de una letra profunda.

Detrás de Dylan no sólo están los beats y su sentido autobiográfico sino todos aquellos padres del folk musical con Woody Guthrie y Pete Seger al frente. En su camino, le han acompañado otros maestros como Neil Young, Van Morrison, Leonard Cohen, Joan Baez o Donovan pero ninguno como él.

Bob Dylan goes electric at the 1965 Newport Folk Festival.

Dylan inventó el folk rock aquel 15 de julio de 1965 en Newport cuando enchufó la acústica a la electricidad, ante la sorpresa general y posterior abucheo de la audiencia y propios organizadores del evento. Ninguno de aquellos puristas del folk comprendían lo que Bob estaba haciendo.

Para mí Dylan es de lo mejores contribuciones que ha dado la cultura norteamericana junto al cine, un terreno en el que también ha sido prolífico.

Cierro este sentido post con cuatro apuntes sobre Dylan in the movies (título de la canción que le dedicaron los Belle & Sebastian).

Imprescindible su aportación musical y su presencia como Billy the kid, en el clásico de Peckinpah, Pat Garret & Billy the Kiid (1974)

Básico el documental de Pennebaker Don’t Look Back (68) o el más reciente No Direction Home (Scorsese, 05) y muy interesante el I’m not there de Todd Haynes (07) con una Cate Blanchet bordando el papel del Dylan rebelde beat en blanco y negro que toma el pelo a la prensa. Ella es sólo un cara del poliédrico Dylan que en el film es encarnado por ésta y por Richard Gere, Ben Wishaw o Christian Bale.

Estos días no me canso de escuchar el Blood on the tracks, mi álbum favorito junto con el Nashville Skyline que me ponía de niño, fascinado por la el saludo de la portada de un muchaco imberbe y extraño sombrero.

dylanskyline

Toda una vida con Dylan, como sucede con tantos de nosotros. Es el privilegio de los héroes de verdad, de aquellos que no combaten con las armas sino con la belleza de su corazón.

Alexis Racionero Ragué

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